Aprende a ser tu mejor profesor
Es muy probable que si has llegado a este artículo es porque ya tengas en tus manos mi libro Armonía gravitacional. Me alegro mucho por ello y me siento muy agradecido.
Y si no lo tienes aún, ¿a qué esperas a ir a Amazon y comprarlo ahora mismo? Tranquilo, te espero aquí hasta que vuelvas con él…
Vale, ahora sí. Perfecto. Bueno, si has empezado a hojearlo, habrás visto que desde las primeras páginas te hago una invitación constante a que escuches por ti mismo todas las relaciones entre parciales o armónicos de las que hablo.
¿Por qué? Porque no se trata de leer y leer y acabar creyendo y defendiendo mis afirmaciones porque suenan coherentes o porque las defienda con mucha seguridad. Se trata de que tú compruebes por ti mismo que la tesis principal de la armonía gravitacional en tanto enfoque teórico tiene sentido, o más sentido que las explicaciones más frecuentes de la armonía funcional.
La tesis de la que hablo es el hecho de que las funciones tonales provienen de las diversas sensaciones que producen en nuestro oído las relaciones de frecuencias vibratorias que se dan entre ciertos parciales del espectro armónico.
Necesitamos gente que explique la Armonía musical desde un punto de vista más consciente, más verdadero, más asentado en la observación. Y no gente que siga perpetuando fórmulas trilladas repetidas por tradición o automatismo.
Así que, por favor, utiliza tu oído y ratifica o desecha con tu criterio formado los contenidos del libro.
Entiendo que si no tienes unas nociones musicales muy sólidas con el tema de la acústica y la armonía musicales te pueda costar entender de qué estoy hablando en las primeras partes de Armonía gravitacional.
En el libro te propongo que pidas ayuda a un profesor de música versado en estos temas que te pueda ayudar a identificar los armónicos en el instrumento musical que tengas más a mano.
Pero si no se te ocurre a quién recurrir o no tienes instrumento, este post puede darte una experiencia aproximada para desenvolverte.
He preparado una serie de audios con sonidos puros creados artificialmente con el programa gratuito y multiplataforma para la edición de sonido Audacity. Concretamente he utilizado su herramienta para generar tonos con onda sinusoidal especificando una determinada frecuencia en herzios para la entonación (altura) del sonido y una amplitud de onda para el volumen.
Obviamente son sonidos muy básicos que no tienen la naturalidad de los que se puede percibir con la vibración de la cuerda de un piano porque he creado todos ellos con un mismo volumen, que además mantienen indefinidamente a lo largo de su duración.
Pero, bueno, te pueden ayudar para no ir tan perdido/-a leyendo el libro jeje.
Antes de ponerte a escuchar los audios, asegúrate que el volumen del dispositivo donde los vas a reproducir no está demasiado alto.
En la figura 1.3 de la página 14 tienes un esquema donde una línea vertical tiende al infinito y representa el sonido complejo. Ésta se ve jalonada por marcas horizontales que representan los parciales de su espectro armónico, entre las que se muetran relaciones de dobles frecuencias partiendo de la referencia básica del parcial fundamental.
Para los audios he escogido como referencia básica la frecuencia de 110 herzios (oscilaciones por segundo) para ese parcial fundamental:
Ahora vendría el sonido para el parcial que se encuentra a relación del doble respecto al fundamental, con 220 herzios:
En la relación de 4 : 1 respecto al fundamental estaría este sonido puro de 440 Hz:
Para la relación de 8 : 1 encontraríamos un sonido puro con frecuencia de 880 herzios:
La figura 1.4 de la página 15 es otro esquema lineal representando los doce parciales más graves de un sonido complejo.
Si el parcial fundamental vibrara de nuevo con una frecuencia de 110 herzios, este repertorio de armónicos sonaría con estas entonaciones. Parcial fundamental (1):
Parcial 2, 220 Hz:
Parcial 3, 330 Hz:
Parcial 4, 440 Hz:
Parcial 5, 550 Hz:
Parcial 6, 660 Hz:
Parcial 7, 770 Hz:
Parcial 8, 880 Hz:
Parcial 9, 990 Hz:
Parcial 10, 1100 Hz:
Parcial 11, 1210 Hz:
Y parcial 12, 1320 Hz:
Más adelante, en la página 26, tienes la figura 1.12, con ciertos hitos marcados con línea horizontal discontinua representando la transposición a razón de 2 : 1 y 4 : 1 de determinados armónicos a unas relaciones más cercanas a la frecuencia del fundamental, pero conservando sus mismas funciones tonales.
Vuelvo a tomar la referencia de 110 Hz para el parcial fundamental y, como antes, me voy desplazando de abajo a arriba en el gráfico. Parcial 1:
Transposición del parcial 5 según la razón 4:1. 137’50 herzios:
Transposición del parcial 3 según la razón 2:1. 165 herzios:
Parcial 2, 220 Hz:
Transposición del parcial 5 según la razón 2:1. 275 herzios:
Parcial 3, 330 Hz:
Parcial 4, 440 Hz:
Parcial 5, 550 Hz:
La figura 2.1 de la página 29 es la ilustración del libro que plasma la difundida idea de que en el lenguaje de la música sólo existen los semitonos equitemperados. La selección de algunas de sus posiciones configurarían las escalas y éstas a su vez, los acordes de la Armonía. Desmontar el total despropósito de estas creencias es uno de los puntales de Armonía gravitacional.
Los siguientes audios muestran la entonación de sonidos puros afinados a la relación estandarizada de este tipo de afinación. Ahora, el sonido grave de referencia tiene una frecuencia de 440 Hz:
Ésta sería la entonación de la posición 2 de esta escala cromática equitemperada, representada por el siguiente punto gris. Su frecuencia sería de 466’16 Hz:
Así sonaría la posición 3, con su frecuencia 493’88 Hz:
Posición 4, 523’25 Hz:
Posición 5, 554’37 Hz:
Posición 6, 587’33 Hz:
Posición 7, 622’25 Hz:
Posicion 8, 659’26 Hz:
Posición 9, 698’46 Hz:
Posición 10, 739’99 Hz:
Posición 11, 783’99 Hz:
Posición 12, 830’61 Hz:
Posición 13, 880 Hz:
Con esta última tanda de trece audios puedes escuchar todo tipo de escalas que te vengan a la mente simplemente con conocer qué distancias de tono y semitono separarn a sus sonidos
Por ejemplo, podrás escuchar los tres modelos de escala que aparecen en la figura 2.2 de la página 30.
Pero, ¡ojo! Estarás escuchando todas esas escalas según una afinación equitemperada moderna, no según una afinación flexible ni natural. Es la forma en la que se enseña esta categoría de conceptos en la mayoría de libros, vídeos colgados en las redes y demás recursos sobre teoría musical.
Una visión aparentemente sencilla pero demasiado desconectada de las causas últimas de las cosas…
La tabla 2.1 de la página 36 recoge un resumen de la escala-experimento construida a base de transportar los trece parciales más graves de un espectro armónico a una horquilla de frecuencias de 2:1.
El conjunto de la escala, formado sólo por sonidos puros, arrojaría este desconcertante resultado, de más grave a más aguda:
Una vez hechos los ajustes pertinentes, surge una escala mayor de audición plenamente satisfactoria, que se corresponde con los valores que muestra la tabla 2.2 de la página 42.
Al final de esta segunda parte aparecen tres esquemas, los de las figuras 2.10, 2.11 y 2.12, que representan a las escalas menores más comunes de los libros de teoría musical, afinadas a base de relaciones vibratorias naturales y tan sólo recurriendo al manejo de las funciones tonales de dominante, mediante mayor y mediante menor.
Según estos criterios, así podría sonar lo que suele llamarse una escala menor melódica ascendente a base de sonidos puros con uno de frecuencia 440 Hz para el grado I:
Así podría sonar una escala menor armónica también desde el sonido de 440 Hz:
Y así, una menor natural:
En la figura 3.3 de la página 53 se muestra cómo un mismo grado IV de escala puede acoger dos funciones distintas, la de mediante menor de la dominante de la dominante (mm|d|d) y la de subdominante (sd), que, siguiendo la afinación natural de donde estas funciones proceden, tendrían incluso dos entonaciones diferentes.
Primero te propongo escuchar el sonido puro con función de mm|d|d (594 Hz) seguido de aquél con quien guarda una relación más directa de 1’2:1, el de dominante de la dominante (495 Hz). Incluso sería buena idea reproducirlos con muy poco tiempo de diferencia de manera que se solapen para que percibas mejor la relación armónica natural que hay entre ellos.
Y ahora puedes escuchar el sonido puro con función de subdominante (586’66 Hz), emparentado de forma más estrecha con el que le sigue de tónica principal (880 Hz) a través de la relación 1’5:1.
Apuesto a que te llevas la idea de que los audios enmarcados en rojo, aquellos que convivirían dentro de un mismo grado, son iguales. Ahora reprodúcelos uno seguido del otro y notarás la pequeña diferencia de afinación que los separa.
En la página 54 está la figura 3.4 mostrando nuevas funciones acoplables a grados que ya contaban con su sonido de distinta función cuando habíamos construidos las escalas más habituales en los manuales de teoría musical.
En el grado VI de una escala mayor también se puede acomodar un sonido con función de mediante mayor de la subdominante (mM|sd) o submediante menor (smm), que según la afinación natural tendrían una misma entonación pero ésta sería diferente a la del sonido dominante de la dominante de la dominante (d|d|d).
Te invito a escuchar el nuevo sonido, con frecuencia 733’33 Hz) junto a aquellos con los que guarda una función directa, el de sd (586’66 Hz) y el de t (880 Hz):
Y ahora te dejo el grado VI con función de d|d|d (742’50 Hz) y el sonido directamente emparentado, con función de d|d (495 Hz):
Igualmente, puedes escuchar seguidos los dos enmarcados en rojo. Enseguida notarás la diferencia de entonaciones, a pesar de la proximidad de sus frecuencias.
De la misma figura podemos oir un sonido afinado naturalmente teniendo en cuenta su función de mediante menor de la subdominante (mm|sd) o submediante mayor (smM). Aquí te lo dejo (704 Hz) para que lo conectes con los mismos sonidos de antes con función de sd y t:
La entonación del audio enmarcado en rojo podría encajarse en un grado VI de escala menor armónica, por ejemplo, y no sería igual que un sonido afinado naturalmente con función de dominante pequeña de la dominante de la dominante (d|d|d), por mucho que ambos ocuparan la misma posición en una escala. Este caso tendría una frecuencia de 693 Hz. Te lo dejo junto al sonido con función directa de d|d (495 Hz):
La figura 3.6 (página 56) muestra un sonido con función de mediante menor pequeña (mm) puesto en relación a su tónica, en este caso con función de dominante principal. Aquí tienes audios de estos dos sonidos (770 y 660 Hz), más el que correspondería a la función de mediante menor (grande), con sus 792 Hz. Enmarco en rojo los dos matices de mediante menor.
La figura 4.6 de la página 75 es un gráfico donde se comparan visualmente las frecuencias de una mediante mayor, una mediante menor y una supuesta mediante intermedia proporcionalmente respecto a una dominante algo más aguda y una tónica algo más grave.
Así sonaría la dominante de 660 Hz:
Ahora, la mediante mayor de 550 Hz:
Aquí vendría la mediante artificial intermedia de 538’89 Hz:
Ésta sería la mediante menor de 528 Hz:
Y finalmente, la tónica de 440 Hz:
Al tratar el tema de los tonos y los semitonos más allá del sistema equitemperado y vistos desde una perspectiva funcional, la figura 4.9 muestra ejemplos de los tonos más comunes en cuanto a funciones tonales participantes.
A diferencia de como están expuestos en este diagrama del libro, he preparado los audios de forma que siempre puedas comparar los distintos tipos de tono partiendo desde un mismo sonido puro grave de referencia, en este caso el de frecuencia 440 Hz, que he destacado con el recuadro rojo.
Como siempre es interesante percibir la gran diferencia que hay entre los sonidos de proporciones más dispares respecto al sonido de referencia, cuando nosotros seguimos etiquetando a ambas distancias como tono.
Nombro los tipos de tono según aparecen en la tabla 4.1 de la página 81.
Sonido más agudo que el de 440 Hz de referencia, en proporción 8:7 (502’86 Hz):
Ahora, en proporción 9:8 (495 Hz):
Sonido a distancia de tono equitemperado, relación 1’122:1 (493’88 Hz):
Sonido puro a distancia de tono 10:9 (488’89 Hz):
Y para acabar, sonido a distancia de tono 35:32 (481’25 Hz):
La cuestión de la variedad de semitonos está tratada en la figura 4.10 de la página 80 de manera similar a la anterior.
Aquí tienes los audios con el mismo planteamiento. Podrás comparar todos los tipos de semitonos expuestos comparando con la referencia del marco rojo (440 Hz) y según los nombres que utilizo en la tabla 4.1.
De nuevo, entre sonidos consecutivos la diferencia es a veces difícilmente apreciable pero la que hay entre el semitono más grande y el más pequeño sorprende, hasta el punto de que el primero nos puede transmitir una sensación casi de tono.
Bueno, de nuevo la referencia 440 Hz:
Y empezamos. Éste sería el sonido puro a distancia de semitono diatónico 1’08:1 (475’20 Hz):
Ahora, a distancia de semitono cromático hipermodal (471’43 Hz):
A distancia de semitono diatónico 16:15 (469’33 Hz):
En este punto vendrían los semitonos equitemperados, tanto cromáticos como diatónicos. La frecuencia sería 466’16 Hz:
Ahora estaría el sonido separado de un semitono cromático 135:128 (464’06 Hz):
Aquí, el semitono diatónico 21:20 (462 Hz):
Y por último, el sonido puro que guarda proporción de semitono cromático modal (458’33 Hz):
Uno de los esquemas más exahustivos que encontrarás en Armonía gravitacional es el de la figura 5.1, en la página 101. Es un muestrario extenso de distintas funciones que pueden caber en las doce posiciones de la escala cromática y a qué entonaciones se corresponderían según la afinación natural.
El gráfico evidencia en un rápido golpe de vista toda la riqueza que es eliminada de un plumazo cuando utilizamos el sistema de afinación equitemperado tan extendido actualmente.
Un aspecto útil es escuchar, como te he propuesto con los casos de más arriba, los audios cuyas funciones tonales están directamente emparentadas. Por ejemplo, el que correspone a la función de mediante mayor de la dominante con el que corresponde a la de dominante (principal).
Son esas relaciones directas las que más fácilmente detecta, procesa y reproduce nuestro oído interno, y no necesariamente las que quedan entre dos escalones seguidos tipo semitono o tono.
Encuadro en rojo los sonidos separados por semitonos equitemperados.
En la posición 13, encontramos la evidente tónica aguda de la escala, en este caso a 880 Hz:
… pero también una posible y frecuente función de séptimo de la dominante de la dominante (7|d|d), que en este caso tendría una frecuencia de 866’25 Hz:
En la posición 12, podemos tener una mediante menor de la submediante mayor (mm|smM) a 844’80 Hz:
… que puede convivir con el sonido equitemperado, de 830’61 Hz:
.. y con el que tiene función de mediante mayor de la dominante (mM|d), de 825 Hz:
En la posición 11 pueden convivir sonidos afinados naturalmente en correspondencia con las funciones de mediante menor de la dominante (792 Hz), subdominante de la subdominante (782’22 Hz) y séptimo principal (770 Hz), así como el sonido propio de la afinación equitemperada (783’99 Hz). Aquí los tienes los cuatro seguidos y ordenados según sus frecuencias de mayor a menor.
Funciones muy frecuentes para la posición 10 son la de dominante de la dominante de la dominante (742’50 Hz) y la de submediante menor (733’33 Hz). Escúchalas junto con el sonido equitemperado (739’99 Hz):
En los siguientes audios puedes escuchar cuatro entonaciones diferentes para la posición 9 de la escala cromática, la del sonido correspondiente a la submediante mayor (aquí, a 704 Hz), la del sonido equitemperado (698’46 Hz), la del que tendría función de dominante pequeña de la dominante de la dominante (693 Hz) y la entonación de una mediante mayor de la mediante mayor principal (687’50 Hz):
Para la posición 8 podrás escuchar un sonido con función de dominante principal con 660 Hz (aprovecho para disculparme porque su marca en el gráfico tendría que ser la más alta de las tres), el sonido equitemperado (659’26 Hz) y otro con función de séptimo de la submediante menor con 641’66 Hz:
Ahora os muestro dos entonaciones diferentes que habrían sido absorbidas por la del sonido equitemperado de la posición 7 (622’25 Hz). Son las de la función de dominante pequeña principal (628’57 Hz) y de mediante mayor de la dominante de la dominante (618’75 Hz). Aquí van las tres frecuencias ordenadas de mayor a menor:
La posición 6 acoge normalmente las funciones de mediante menor de la dominante de la dominante, en este caso con la frecuencia 594 Hz según la afinación natural; de subdominante, con 586’66 Hz; y de séptimo de la dominante, con 577’50 Hz. De ordenarlos en mayor a menor frecuencia, el sonido correspondiente de la escala cromática equitemperada vendría en segundo lugar, con 587’33 Hz. Aquí tienes los cuatro para escuchar sus diferencias:
La figura 5.1 sólo recoge dos variantes sonoras para la posición 5: la equitemperada (554’37 Hz) y la resultante de la afinación natural de la función de mediante mayor principal (550 Hz). Por supuesto cabrían otras opciones no especificadas aquí, como por ejemplo la correspondiente a la función de séptimo de la mediante mayor de la dominante de la dominante.
En el siguiente paso, la posición 4, he representado un sonido con función de mediante menor (grande) afinado naturalmente, el equitemperado, y otros dos con afinación natural para las funciones de mediante mayor de la dominante de la mediante mayor y de mediante menor (pequeña). Sus frecuencias serían: 528, 523’25, 515’63 y 513’33 herzios:
En la posición 3 podemos encontrar dos sonidos diferentes si los afinamos reproduciendo las relaciones armónicas naturales, uno con función de dominante de la dominante, en este caso con frecuencia de 495 Hz y otro con función de submediante menor de la subdominante, con 488’89 Hz. Entre ambas quedaría el sonido que arroja el sistema equitemperado (493’88 Hz).
En la posición 2 podrían convivir, entre otros, sonidos puros de entonaciones diferentes relacionados con la afinación natural de las funciones de submediante mayor de la subdominante (469’33 Hz), mediante mayor de la dominante de la dominante de la dominante (464’06 Hz) y submediante menor de la mediante mayor (458’33 Hz). Entre ellos encontramos el sonido puro equitemperado de esta posición, con una frecuencia estandarizada de 466’16 Hz. Aquí los tienes ordenados de mayor a menor:
Y finamente te dejo el sonido puro de 440 Hz para que lo tengas de referencia por si quieres combinarlo con alguno de los de más arriba:
La figura 5.6 de la página 104 expone un ejemplo del que algunos autores llaman el acorde sustituto de dominante.
En este ejemplo aparecen dos acordes. Te propongo escuchar cómo sonarían los parciales fundamentales de sus respectivos sonidos más agudos si los afináramos según las relaciones armónicas naturales. Por supuesto, en la afinación equitemperada las dos versiones sonarían exactamente igual 🙂 Las enmarco en rojo.
Para la primera armonía, su tónica principal sol bemol 4 tendría una frecuencia de 369’60 Hz como dominante pequeña del mismo do natural que ejerce de tónica principal en la segunda armonía. Entonces, do bemol en el primer caso tendría una frecuencia de 485’10 Hz como séptimo de la dominante de sol bemol y sonaría así:
Por lo tanto, estaría emparentado funcionalmente con su tónica secundaria re bemol, dominante de sol bemol, que tendría una frecuencia de 277’20 Hz y sonaría así:
Sin embargo, en la segunda armonía, el do bemol podría ser en realidad una enarmonía de si natural como mediante mayor de la dominante de do natural. En ese caso podría estar afinado naturalmente a 495 Hz y sonar así:
Así, estaría directamente relacionado con sol natural, dominante de do, cuya frecuencia de 396 Hz sonaría así:
El último ejemplo de Armonía gravitacional para el que te voy a dar apoyo en audios es la figura 5.8, que podrás encontrar en la página 105. Aparece en el libro cuando trato la ambivalencia sonora de una armonía que funcione como dominante tanto de una tónica principal como de su submediante menor cuando utilizamos la afinación equitemperada.
Si el mi natural del acorde de la izquierda es dominante del la, según una afinación natural podría tener una frecuencia de 330 Hz y sonar así:
Su tónica, el la natural de 220 Hz, tendría esta entonación:
Por contra, el mi del acorde de la derecha afinado naturalmente podría tener una frecuencia de 320’83 Hz en tanto séptimo del fa sostenido dominante de si. Escúchalo aquí:
Y ese fa sostenido (183’33 Hz) sonaría de esta manera:
Unos sonidos creados artificialmente y de manera tan sencilla nunca pueden sustituir la experiencia de escuchar los sonidos complejos de ricos y variados timbres que pueden ofrecer las cuerdas de un piano puestas en vibración.
Toma este post sólo como apoyo básico en el caso en que no tengas un instrumento a mano o si por ahora no conoces a algún músico o profesor experimentado en este tema que te pueda ayudar a detectar las relaciones armónicas naturales y a identificar las sensaciones y emociones que suscitan en ti.
Y sobre todo, siempre pon en relación los audios que te presento según las funciones tonales que los conectan.
La teoría musical moderna basada en el equitemperamento ha logrado que concibamos los sonidos con una existencia aislada en sí misma, pero cuando crecemos en nuestro nivel de conciencia nos podemos dar cuenta de que sólo cuando establecemos relaciones entre ellos comprendemos que la Armonía lo impregna todo.
Espero que este artículo te haya sido útil, vuelvas a él cada vez que te sea necesario y dejes comentarios con tus dudas y apreciaciones.
¡Feliz aprendizaje!
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Algunas ideas que me vienen a la cabeza, después de haberte leído:
-Está bien tener nociones de acústica, pero creo que te pasas.Yo veo más la música como un arte que una ciencia, aunque no cabe duda de que los instrumentos musicales, funcionan por principios acústicos. Espero que el libro no sea de Física.
-Creo que si Bach compuso el clave bien temperado, es que debía estar de acuerdo, en la necesidad de simplificar, y yo la opinión de alguien como Bach, (aunque nunca la sabremos realmente) creo que hay que tenerla en cuenta.
-No me queda claro, si estás en contra del sistema igual, o desigual, con esta lección de acústica.Yo creo que la simplificación en modo mayor y menor (con sus tipos), con la cantidad de escalas y modos que habían, el sistema temperado y su consiguiente armonía, viendo la música que se ha compuesto, desde el Barroco, hasta el siglo xx, ha sido un acierto. O quizá hubiera sido mejor con el sistema no temperado, nunca lo sabremos.
Además de que no ha pretendido ser algo «muy cerrado», hubo música atonal, dodecafónica…
-Hay culturas como la India, dónde el sistema es desigual, con decenas de ragas y es complicadísimo, si volviéramos al dórico, frigio, etc, no sé qué pasaría.
-De todas formas, es muy interesante lo que cuentas y desde luego enriquecerá la visión de la música, a cualquiera, dará una visión más amplia de la armonía de lo que cuentan en las escuelas, tu libro.Un saludo 🙂
Hola Eduardo. Perdona la tardanza en contestarte. He estado de vacaciones estas semanas desconectando un poco jeje.
Antes que nada, ha sido un placer recibir tu comentario, lleno de actitud calmada, respetuosa y constructiva. Gracias!
Te contesto a los puntos que me comentas:
Uno de mis miedos al hacer este libro es que los lectores pensaran precisamente que trata exclusiva o prioritariamente de acústica. La verdad es que los primeros capítulos sí tienen bastantes nociones físicas del sonido en referencia a entonación. Pero siempre las expongo como punto de partida o conocimiento básico para entender el lado más subjetivo, interpretativo y «humano» de la vivencia del ingrediente armónico de la música. O sea, en enfoque de Armonía gravitacional pretende reconciliar ambas facetas, ciencia y arte, pero siempre en favor de una vivencia personal de la música donde lo emocional tiene el peso mayor.
En el libro expongo cómo podemos manejar una afinación simplificada como la temperada y seguir concibiendo el juego de la armonía de una manera alineada con las funciones tonales que se desprenden de las relaciones armónicas naturales. Esa es la gran liberación y la gran comprensión: no importa qué sistema de afinación utilicemos; podemos seguir decidiendo otorgar funciones distintas a sonidos iguales en base a las percepciones emocionales que nos susciten dependiendo del contexto armónico. O en otras palabras, utilizar un sistema de afinación temperado no tiene por qué hacernos olvidar el origen natural de las relaciones armónicas.
Ése es un tema que trato en la última parte de Armonía gravitacional. En ella simplemente expongo las cosas que hemos perdido (empobrecimiento de la experiencia sonora y sensorial básicamente) y las que hemos ganado (ampliación de oportunidades compositivas, por ejemplo) con la extensión del temperamento igual. Ni lo defiendo ni lo denigro. Más bien pretendo que los músicos sean conscientes de qué implica su uso.
Ya te digo: no soy «pro- vuelta a lo antiguo». Pero creo que sí que está bien visibilizar el hecho de que lo equitemperado no es lo único con valor y que gracias a las experiencias creativas tan diferentes que se han dado a lo largo de la Historia en el terreno de la música podemos abrazar una u otra línea dependiendo de nuestros objetivos y motivaciones. De todas maneras, te invito a que leas la cuarta parte de Armonía gravitacional porque en ella desmiento que las escalas que citas (dórico, frigio…) sean algo realmente medieval o «antiguo» conforme ahora las entendemos mayoritariamente 😉
Un abrazo!
Omar